La península de Cap Ferret, un rincón del paraíso entre el Atlántico y la bahía de Arcachón, es un lugar tan auténtico como impresionante donde la naturaleza reina en todo su esplendor.
Bordeada por un pinar, playas y dunas, esta estación termal de ambiente relajado es perfecta para desconectar y disfrutar de momentos únicos con los suyos. A lo largo de sus 25 kilómetros de extensión, se cruzará con unos 10 pueblos, entre ellos Lège y Cap Ferret.
Descubra a pie o en bicicleta este rincón maravilloso y salga al encuentro de sus muchos tesoros: el pueblo ostrícola de Canon, la Reserva Natural Nacional de los Prados Salados, la localidad de L’Herbe o el faro de Cap Ferret, ¡sin olvidar sus 25 km de playas!
Además, podrá visitar el faro de Cabo Ferret y su exposición permanente. Una vez en lo alto, disfrute de una vista de 360° sobre la barra de arena de Mimbeau, la Duna de Pilat y las granjas ostrícolas, de las que podrá tomar bellísimas fotografías. ¿Qué más se puede pedir?